jueves, 20 de septiembre de 2012

Leyenda del Ajedrez



La invención del ajedrez se ha atribuído a los indúes, árabes, persas, egipcios, babilonios, chinos, griegos, romanos, judíos, araucanos, castellanos, irlandeses, italianos y galos, entre otros. Las lagunas históricas acerca de su origen contribuyeron al florecimiento de diversas leyendas, y entre ellas, podemos destacar la del joven Lahur Sissa.
 
Este personaje era un pobre y modesto brahmán (miembro de una casta sacerdotal indú que reconoce a Brahma como su Dios) que vivió hace muchos siglos en la provincia de Taligana, al norte de la India, en el continente asiático.

En aquellas lejanas tierras gobernaba un magnánimo Rey llamada Iadava. Cierto día las huestes del aventurero Varangul invadieron el reino, desatándose una cruenta guerra. Iadava, que era un excelente estratega, derrotó a sus enemigos en los campos de Dacsina, ya que en el fragor de la lucha perdió a su hijo, el príncipe Adjamir.
Este incidente lo abatió profundamente y se pasó los días subsiguientes encerrado en Palacio reproduciendo, en una gran caja de arena, las alternativas del combate donde perdió al único heredero de la dinastía;
Los sacerdotes elevaban sus plegarias y de todas partes llegaban obsequios y diversiones para tratar de sacar al rey de su aflicción; mas todo parecía en vano.
Algún tiempo después, un inesperado visitante llegó al Palacio solicitando una audiencia con el Rey. Al interrogársele sobre el motivo de su petición, el joven se identificó como Lahur Sissa y había viajado durante treinta días desde la aldea de Namir, para entregarle a Su Majestad un modesto presente que lo sacaría de su tristeza, le brindaría distracción y abriría en su corazón grandes alegrías.
Iadava al enterarse de las intenciones del desconocido ordenó que lo hicieran pasar de inmediato. Sissa presentó al Monarca un gran tablero dividido en 64 cuadritos y sobre este colocó dos colecciones de diferentes piezas. Le enseñó pacientemente al rey, los ministros y los cortesanos de la Corte la índole del juego y las reglas fundamentales:
- Cada uno de los jugadores dispone de ocho piezas pequeñitas, llamadas Peones. Representan la infantería que avanza sobre el enemigo para dispersarlo. Secundando la acción de los peones vienen los Elefantes de guerra (las torres), representados por piezas mayores y más poderosas; la Caballería, indispensable en el combate, aparece igualmente en el juego, simbolizada por dos piezas que pueden saltar como dos corceles sobre las otras, y para intensificar el ataque se incluyen -representando a los guerreros nobles y de prestigio-los dos Visires (alfiles) del Rey. Otra pieza dotada de amplios movimientos, más eficiente y poderosa que las demás, representará el espíritu patriótico del pueblo y será llamada la Reina [la dama]. Completa la colección una pieza que aislada poco vale, pero que amparada por las otras se torna muy fuerte: es el Rey.
En pocas horas el Soberano comenzó a jugar fascinado por el nuevo pasatiempo, consiguiendo derrotar a varios miembros de su Corte en partidas que se desenvolvían impecablemente sobre el tablero.
En determinado momento el Rey hizo notar, con gran sorpresa, que la posición de las piezas, por las combinaciones resultantes de diversos lances, parecía reproducir exactamente la batalla de Dacsina. Intervino entonces Sissa para decirle:
- Piensa que para el triunfo es imprescindible que sacrifiques a este Visir (alfil), pero te has empeñado inutilmente, Señor, en defenderlo y conservarlo.
Con esta aguda observación el Monarca comprendió que en ciertas circunstancia, la muerte de un Príncipe es una fatalidad que puede conducir a la libertad y la paz de un pueblo.
- Quiero recompensarte por este magnífico obsequio -dijo el Rey-.
- Mi mayor premio es haber recobrado la felicidad de Vuestra Majestad -respondió Sissa-
- Me asombra tu humildad y el desprecio por las cosas materiales, pero exijo que selecciones, sin demora, una retribución digna de tan valioso regalo. ¿Quieres una bolsa llena de oro?, ¿Deseas un arca llena de joyas?, ¿Pensaste en poseer un Palacio?, ¿Aspiras a la administración de una provincia?. Aguardo tu respuesta, ya que mi palabra está ligada a una promesa.
- Aprecio vuestra generosidad, Majestad, y como obediente súbdito me veo en la obligación de escoger; pero no deseo joyas, ni tierras, ni palacios. Deseo que me recompenses con granos de trigo, los cuales deberán ser colocados en el tablero, de la siguiente forma: un grano por la primera casilla, dos para la segunda, cuatro para la tercera, ocho para la cuarta y así duplicando sucesivamente hasta la última casilla.
Iadava, al oir el extraño e ínfimo pedido del joven, lanzó una sonora carcajada y, tras burlarse de su modestia, ordenó que se le diera lo que había solicitado. Al cabo de algunas horas los algebristas más hábiles del reino le informaron al Soberano que se necesitarían:
18.446.744.073.709.551.615 granos de trigo!!
Concluyeron los algebristas y geómetras más sabios, que la cantidad de trigo que debe entregarse a Lahur Sissa equivalía a una montaña que teniendo como base la ciudad de Taligana, fuese 100 veces más alta que el Himalaya. La India entera, sembrados todos sus campos y destruídas todas sus ciudades, no bastaría para producir durante un siglo la cantidad de granos calculada.
El Rey y su Corte quedaron estupefactos ante los cálculos estimados. Por primera vez el Soberano de Taligana se veía en la imposibilidad de cumplir una promesa. Acto seguido, Sissa renunció públicamente a su pedido y llamó la atención del Monarca con estas palabras:
- Los hombres más precavidos eluden, no sólo la apariencia engañosa de los números, sino también la falsa modestia de los ambiciosos (...). Infeliz de aquel que toma sobre sus hombros los compromisos de honor por una deuda cuya magnitud no puede valorar por sus propios medios. Más previsor es el que mucho pondera y poco promete.
Estas inesperadas y sabias palabras quedaron profundamente grabadas en el espíritu del Rey. Olvidando la montaña de trigo que, sin querer, prometiera al joven brahmán, lo nombró su Primer Ministro. Cuenta la leyenda que Sissa orientó a su Rey con sabios y prudentes consejos y, distrayéndolo con ingeniosas partidas de ajedrez, prestó los más grandes servicios a su pueblo.


sábado, 1 de septiembre de 2012

¿Cómo hacer un juego de ajedrez con materiales reciclables?






El juego de ajedrez  dispone de 16 piezas de las cuales cada jugador tiene: ocho peones, dos torres, dos caballos, dos alfiles, una reina y un rey.



Materiales para las 32 piezas:
  • 32 botellas plásticas de lácteos bebibles.
  • 10 esferas de tergopol.
  • Tergopol. 
  • Papel tissue y plástícola para la cartapesta.
  • Pegamento universal.
  • Pincel para plásticola
  • Masilla para la parte superior de las torres
  • 2 pinturas acrílicas  de  color apta para pintar sobre plástico.
    ( puede ser blanco y negro o para hacerlo más divertido elegir colores divertidos)

Procedimiento:


Armado de los peones:
peones

Materiales: 8 botellitas de yogurth y 8 esferas de tergolpol, plásticola, papel tissue.
Procedimiento:
Cortamos la parte superior de la botellita plástica, le colocamos pegamento universal alrededor, y colocamos la esfera de tergopol encima.
peones con cartapesta


Cuando estén bien secos, preparamos una mezcla de plásticola y agua para cubrir con laminas de papel tissue. En forma de capas cubrir toda la esfera y la unión. Cuando estén bien secos los peones pintar.




Alfiles
Armado de los alfiles:
Materiales: 2 botellitas de yogurth, 2 esferas de tergolpol, pegamento, plásticola, papel tissue.

Procedimiento:
Cortamos la parte superior de la botellita plástica, colocamos el recorte al revés y luego lo encastramos en la botelllita. Vamos a darle forma de cono a las esferas y le haremos un corte en la parte superior, típica del alfil.
Pegamos la esfera sobre la botellita. Cubrimos con capas de papel tissue y la mezcla de plasticola y agua. Dejamos secar y  pintamos los alfiles.

Alfiles sin pintar
Alfiles


 Armado de caballos:
Materiales: 2 botellitas de yogurth, tergolpol, pegamento, plásticola, papel tissue.
Procedimiento:
Pegamos en la parte superior de la botellita una tapita de cartón o tergolpol de densidad fina ( puede usarse la base de las bandejas de fiambre). Sobre esa base pegaremos la cabeza del caballo que previamente recortamos y dimos forma. Luego cuando este bien seco, cubriremos con cartapesta como con las piezas anteriores. Para finalizar debemos pintar las piezas.
Botelitas con base


 










Armado de las torres:
Materiales: 2 botellitas de yogurth, tergopol fino, masilla,  plásticola, papel tissue.
Torres sin pintar
Procedimiento:
Sobre la parte superior de la botellita pegamos un cartón o tergopol para formar una base, como hicimos con los caballos, sobre esa base vamos a pegar cuadraditos de masilla dando así la forma particular de una torre. Cuando esté seco podemos cubrir con cartapesta, dejar secar muy bien y  para finalizar pintar las torres.




Armado del Rey:
Reyes
Materiales:Utilizaremos una botellita de yogurth bebible más grande que la del amaño de los peones, para destacar a las figuras más importante del ajedrez: el Rey y la Reina.
Procedimiento:  Cortamos por la mitad una esfera de tergolpol de tamaño mas grande que las que usamos para los peones, pegamos una de esas mitades en la parte superior de la botellita de yoguth. Cortamos también a la mitad una de las esferas del tamaño chico,  y la pegamos encima para formar a la Reina. Se finaliza esa pieza con una bolita de masilla o papel, y luego cubrimos con papel tissue y plásticola.
Para el Rey pegamos la mitad de esfera de tamaño grande, y cortamos un cuadrado de tergopol para pegarle encima. Se finaliza pegándole una bolita de masilla o papel luego cubrir con papel tissue y plásticola.Pintar.




Armado del tablero:
  Para jugar necesitamos un tablero cuadriculado de 8 por 8 casillas, formado por 64 casilleros que se alternan entre claros y oscuros.

Tablero
Para este tablero reciclado usamos tela, puede ser lienzo o cualquier otra tela firme que quieran reciclar de una prenda vieja. El tamaño del tablero dependerá de las piezas del juego.
Se pintan los cuadrados con acrílico sin diluir, del color de preferencia. Una vez seco se efectúa un procedimiento de pintado por el revés de la tela, con una mezcla de una parte de cola y otra de agua. Esto le dará mayor flexibilidad y resistencia al uso. Una vez seco, se culmina con el planchado del mismo, poniendo un lienzo por encima para fijar los productos a la tela.

Tablero











Piezas terminadas:
Una vez pintadas las piezas quedan de la siguiente manera













Otra manera de armar el juego de ajedrez:


Materiales: 

tapitas de gaseosa
etiquetas con la imagen de las piezas de ajedrez
pegamento
tablero pintado



Instrucciones